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Tomar el sol con precaución
Las embarazadas y los bebés han de tener especial cuidado con el sol, sobre todo durante los meses de verano. Para disfrutar al máximo de la playa o de la piscina hay que tomar algunas precauciones.
Se conoce como cloasma gestacional la aparición de manchas oscuras en la cara que afecta a las mujeres embarazadas, sobre todo, a las más jóvenes y de piel morena. La incidencia es mayor cuanto más alto sea el tiempo de exposición al sol. Por eso se recomienda a las embarazadas evitar las largas exposiciones y, si vamos a la playa o a la piscina, utilizar cremas protectoras de pantalla total.
En cuanto a los niños, los menores de 6 meses no han de ser expuestos a la luz directa del sol. Si los llevamos a la playa, conviene que estén siempre a la sombra y con la cabeza protegida. La razón es porque su piel es todavía extremadamente fina y muy sensible a las radiaciones solares, por lo que hay riesgo que sufra quemaduras importantes. Un paseo de pocos minutos es suficiente para que sinteticen la vitamina D, tan necesaria para el desarrollo de sus huesos.
A partir de los 6 mesos, se recomienda utilizar una protección igual o superior a 30. Y a partir de los 3 años, el factor de protección ha de ser como mínimo de 15.
Hidratarse bien y evitar el sol en las horas centrales del día son conejos que todo el mundo, y especialmente embarazadas y niños, han de seguir para disfrutar al máximo del verano.
¡Buenas vacaciones!