Es una manera preciosa de comunicarse a través del tacto cariñoso y de aprender a escuchar cómo se siente nuestro hijo/a.

A través del masaje, los bebés se relajan, ganan confianza y proximidad con la persona que lo hace y a la vez proporciona mucha satisfacción, siendo una manera increíble de transmitirle amor.

• Facilita los vínculos afectivos, ya que durante la realización del masaje se trabaja con la mirada, la sonrisa, abrazos y caricias.
• Ayuda a la maduración del sistema nervioso central y periférico.
• Ayuda a madurar el sistema gastro-intestinal, así como a la expulsión de gases y disminución del dolor ocasionado por los cólicos.
• Mejora el estreñimiento.
• Ayuda al niño a relajarse y aligerar el estrés, fomentando el descanso y el sueño.
• Elimina tensiones musculares y a la vegada tonifica, mejora la flexibilidad, la coordinación y la psicomotricidad en general.
• Mejora la circulación venosa y la linfática.
• Estimula el sistema inmunológico.
• Ayuda a regular el sistema respiratorio.
• Ayuda a reconocer los límites corporales.

Desde los dos meses de vida del bebé hasta un año.

Qué se necesita

Aceite de oliva.

Empapadores.

Toalla o arrullo para el bebé.

Roba cómoda por la persona que realiza el masaje y calcetines.

Forma de pago

Efectivo o transferencia el mismo día del taller.