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El síndrome genitourinario en la menopausia y cómo la fisioterapia te puede ayudar
El síndrome genitourinario presenta una serie de síntomas que afectan a la zona pélvica de la mujer debido a los cambios que se producen en los tejidos pélvicos por la disminución de los estrógenos.
Los síntomas frecuentes en esta etapa son:
• Sequedad vaginal.
• Quemazón e irritación vulvar.
• Disminución de la lubricación en las relaciones sexuales.
• Picor vulvovaginal.
• Sangrado postcoital.
• Urgencia miccional.
• Aumento de la frecuencia urinaria.
• Nicturia (ir varias veces a orinar durante la noche).
• Disuria (dolor al miccionar).
• Dolor genital.
• Dispareunia (dolor en el coito).
• Síndrome de vejiga dolorosa.
Existen varios estudios que muestran una disminución en la aparición de estos síntomas corporales durante la etapa menopáusica en mujeres que son activas a nivel deportivo. También se confirma que la actividad física ayuda a la mejora de síntomas psicológicos como la depresión y la ansiedad.
Sabemos que un porcentaje alto de la población femenina presenta problemas de suelo pélvico. Si tenemos en cuenta que en la menopausia la calidad de estos tejidos va a empeorar, muy probablemente los problemas de suelo pélvico aparecerán o empeorarán durante esta etapa.
Los síntomas se suelen tratar con terapias hormonales, técnicas láser, hidratantes vaginales y lubricantes. Sin embargo, algunos estudios demuestran que la fisioterapia del suelo pélvico y la radiofrecuencia corporal constituyen una buena técnica para mejorar la salud de estos tejidos y, por lo tanto, también de los síntomas de este síndrome. Cuidar la alimentación y evitar los hábitos tóxicos (tabaco y alcohol) son también clave fundamental en esta etapa.