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Las copas menstruales
Las copas menstruales son unos dispositivos de silicona que se introducen dentro de la vagina como un tampón durante la menstruación para recoger el flujo hemático que desprende la matriz. Se llaman así porque tienen forma de copa o campana.
A pesar de que la primera copa menstrual fue patentada hace 84 años, es justamente ahora cuando se empieza a hablar algo más gracias a su difusión mediante el boca-oreja. Originalmente, estos productos se podían encontrar en tiendas de productos naturales, mientras que en la actualidad también se pueden conseguir en muchas farmacias o por internet.
Muchos ginecólogos aconsejan el uso de las copas menstruales cuando hay alergias o problemas médicos ocasionados por el uso de los tampones. La copa menstrual tiene unas dimensiones aproximadas de cinco centímetros de largo y una capacidad aproximada de 30 millímetros cúbicos. La parte inferior de la copa continúa por un pequeño pie de longitud personalitzable, que facilita la extracción.
Su colocación dentro de la vagina puede resultar más bien dificultosa las primeras veces, pero cuando se usa más a menudo resulta muy fácil y cómodo. Además, a diferencia de los tampones, la copa menstrual no absorbe sino que recoge. De esta manera no absorbe las secreciones vaginales normales ni deja restos. Se puede dejar dentro de la vagina hasta 12 horas de manera continuada.
Antes de usar, se tiene que hervir y se aconseja repetir esta operación al finalizar los días de menstruación. Siempre que sea posible, durante los días de regla se tiene que lavar con agua y jabón cuando se retira de la vagina y se vacía. Es más ecológico y económico que otras opciones, puesto que la copa es reutilizable. Su duración dependerá de las indicaciones de cada marca pero varían entre uno y cinco años.
Normalmente, la mayoría de las marcas tienen dos medidas, una de pequeña y una de grande. La talla pequeña se acostumbra a recomendar a mujeres vírgenes o que no han tenido partos vaginales. La talla grande se aconseja a mujeres que han sido madres o que tienen un suelo pélvico muy debilitado.
Así pues, las copas menstruales son una opción más a tener en cuenta.
Marta Andreu
Fisioterapeuta Col. 4006