Centro para la mujer y el bebé

Consulta nuestros artículos y vídeos

Mostrando un artículo
3 de Noviembre de 2020

La educación emocional (I parte)

No saber gestionar bien las emociones y los sentimientos no sólo puede afectar a nuestras relaciones, sino que puede llegar a provocar deficiencias en nuestro sistema inmunitario. Porque los sentimientos producen cambios fisiológicos en nuestro sistema nervioso, endocrino, en nuestros pensamientos que nos pueden hacer susceptibles al estrés, a la depresión y a otras enfermedades.

La educación emocional (I parte)

"Cuando nosotros regulamos nuestros estados emocionales, estamos también regulando nuestros niveles de hormonas y neurotransmisores" Sue Gerhardt.

Como padres y como profesionales sabemos de esa importancia, pero la clave la tenemos nosotros, los adultos.

El entorno en el que crece un bebé y las personas que con él se relacionan influyen en cómo éste puede ir construyendo su mundo emocional.Y esa construcción empieza desde el momento en que gestamos a nuestro bebé, en cómo se siente durante el embarazo y en cómo se va sintiendo y creciendo una vez llega al mundo.

Por eso es muy importante tomar consciencia.

¿Qué podemos hacer para ayudarle?

Primero tenemos que empezar por nosotros mismos como adultos.
Si el adulto sabe manejar de manera positiva sus sentimientos, podrá relacionarse de manera positiva con el niño/a, reconocer los sentimientos de éste/a, sus necesidades y ayudarlo/a. Si el adulto no sabe manejar sus emociones difícilmente podrá entender, atender, empatizar, acompañar y sostener las de los demás, y mucho menos las de sus propios hijos/as. Las emociones de los propios hijos/as se hacen mucho más difíciles de gestionar, ya que te remueven las tuyas propias a nivel inconsciente y la conexión emocional es tan grande que "te sientes vibrar sin orden".
Primero respira y recuerda que tú eres el adulto, que sólo tú puedes ayudarle a calmarse, a sentirse seguro. Él se siente inmerso y perdido en un mundo caótico de emociones que no sabe cómo gestionar, que no sabe si se van a quedar ahí dentro para siempre. Sólo necesita tu amor, empatía, respeto, acompañamiento, sostén y, sobre todo, tu seguridad y serenidad adulta para que fluyan y se calmen.

¿Cómo acompañar las emociones de los niños?

Acoger con todo tu amor, dejar expresar, no juzgar y acompañar. Permitir espacio de expresión (si necesita tirarse al suelo, romper papeles, golpear el suelo...), acoger corporalmente (en brazos, tocar o acariciar el cuerpo: espalda, pecho, cabeza, pierna, manita... lo que se deje).

¿Por qué es importante no juzgar las emociones?

Es muy importante que como adultos no juzguemos sus emociones. Las emociones no son ni buenas ni malas, simplemente son, están y aparecen. Es muy importante esto para que los niños/as las puedan expresar, sino con el tiempo aprenden a reprimirlas para que el adulto no le castigue o para agradar. A la larga este comportamiento no es sano, ya que reprimirá sus emociones e intentará agradar a todo el mundo, olvidando qué es lo que siente y qué es aquello que le hace sentir bien o ser feliz. Se sentirá desconectado de si mismo.

¿Cómo ayudar a los niños a conocer y expresar sus emociones?

Lo importante es que las puedan expresar libremente y que el adulto le ayude a poner palabras a aquello que siente para que las vaya conociendo y pueda construir un vocabulario emocional. ("¿Te sientes triste?¿Estás enfadado? ¿Sientes celos? Veo que estás muy contento”...)
Si es necesario le ofreceremos romper papeles, o pintar en un papel si lo necesita, escribirlo, buscaremos ayudarle a canalizarlo para finalmente ayudarle a sentirse mejor, aliviado y tranquilo.
Cada niño/a y cada adulto encontrará la manera: ya sea abrazados, ayudando a respirar tranquilos/as, paseando, etc.

La educación emocional

Con esta manera de hacer vamos a ir trabajando la EDUCACIÓN EMOCIONAL: "la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones", que más tarde les llevará a tener una buena INTELIGENCIA EMOCIONAL, que es la capacidad de entender y controlar nuestras propias emociones y las emociones de las otras personas.

Eva Mª García Vargas. Maestra de Ed. Infantil